Digitalización y Desarrollo: La Facturación Electrónica en el Agro Colombiano

En la alborada de la era digital, el sector agropecuario colombiano enfrenta un hito significativo: la transición hacia la facturación electrónica. Esta metamorfosis, marcada por el plazo final del 1 de noviembre de 2020 establecido por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), simboliza no solo un cambio operativo sino también un impulso hacia la modernización y eficiencia en uno de los sectores más vitales de la economía nacional.

Menos del 1% de los productores agropecuarios del país están obligados a adoptar la facturación electrónica, un porcentaje que, aunque pequeño, es crucial para el cumplimiento de los objetivos de recaudación y transparencia fiscal del país. La digitalización de la facturación en el agro y la ganadería no es solo una cuestión de cumplimiento normativo; es un paso adelante en la integración del sector primario en la economía digital global, asegurando su sostenibilidad y competitividad.

El sector agropecuario, compuesto por las actividades agrícolas, pecuarias, apícolas, así como por la pesca y la caza, es un pilar fundamental de la vida rural y la cadena productiva nacional. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), este sector experimentó un crecimiento del PIB del 5,9% en el segundo trimestre de 2018, destacándose como uno de los motores de la economía colombiana.

La Resolución 000099 del 30 de octubre de 2020, emitida por la DIAN, amplió los plazos para que los actores del sector agropecuario se adapten al nuevo sistema de facturación electrónica. Originalmente establecida en la Resolución 000042 de mayo de 2020, esta medida busca facilitar la transición y asegurar que todos los productores cumplan con los requisitos para ser habilitados como facturadores electrónicos.

Este cambio normativo no solo busca la eficiencia y la reducción del fraude fiscal; también aspira a mejorar la gestión administrativa dentro del sector, permitiendo una mayor trazabilidad de las transacciones y una optimización en la cadena de suministro. La facturación electrónica representa una herramienta poderosa para el sector agropecuario, facilitando el acceso a mercados, la obtención de créditos y el desarrollo de prácticas más sostenibles y responsables.

La adopción de la facturación electrónica por parte del sector agropecuario viene acompañada de desafíos significativos, especialmente debido a la dispersión geográfica de los productores y a la heterogeneidad en el acceso a tecnologías. La DIAN, consciente de estas dificultades, ha implementado programas de capacitación y acompañamiento para asegurar una transición fluida y efectiva.

Las fechas límite para la implementación de la facturación electrónica varían según la actividad económica y los ingresos en UVT de los contribuyentes. Estos plazos son cruciales para garantizar que el sector se alinee con las normativas fiscales y aproveche al máximo los beneficios de la digitalización.

La facturación electrónica en el sector agropecuario colombiano es más que una obligación legal; es una oportunidad para redefinir el futuro del agro en la era digital. Este proceso no solo contribuye a la eficiencia económica y la transparencia fiscal, sino que también abre nuevas vías para la sostenibilidad, la inclusión financiera y el desarrollo tecnológico del sector. Mientras Colombia avanza en este camino, el sector agropecuario se prepara para afrontar los desafíos del siglo XXI, fortaleciendo su papel como columna vertebral de la economía y garante de la seguridad alimentaria en el país.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?